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LA BATALLA DEL VINO

Al amanecer del día de San Pedro,
por los riscos de Bilibio,
camino Haro,
allí donde el río Ebro se revuelve bravío,
hay una batalla
que en lugar de sangre,
se derrama vino.
Para esta liza
todos se alistan de soldado:
Primero los de aquí,
los Jarreros, los riojanos;
luego vienen legiones de milicianos
de todos los pueblos
de esta nuestra piel de toro;
también los hay mercenarios
con mono de metralleta
pero con balas
de salva de vino,
y hasta viene alguno
de la Conchinchina
a calarse
en esta mágica niebla
de morapio.
Y tú mismo si te acercas
con la alegría en tu zurrón,
tienes reservado
el mejor sitio.
De guerrera basta
con una vieja camisa blanca
y pañuelo rojo de tocado al cuello.
De aljaba:
un caldero o una bota
o una botella
o una pistola de plástico.
De munición
reparten el fruto de la vid.
De música de guerra
ya hay una charanga
que ameniza el tiroteo.
Y en son de paz,
camino Haro,
a quemarropa,
o tendiéndose celadas,
pelean todos contra todos,
pero nadie contra nadie,
en un fuego cruzado,
tiñéndose las ropas,
la piel, los cabellos…
de la acuarela morada del vino.
Todo un pueblo volviéndose niño,
frente a este paisaje
de viñedos infinitos de La Rioja
que nos da tanto,
que nos ha forjado.
Empaparse de vino,
como tú de luna llena
o del olor de tu hombre
o el de tu hembra enamorada…
Y sentirlo. Y guardarlo. Y velarlo
como oro puro en paño.
El día de San Pedro,
si pasas por los riscos de Bilibio,
camino Haro,
deja que te hieran alegremente…
¡Y muda en los rubores del vino!
©Rubén Lapuente Berriatúa mi nuevo blog:
CANDADOS DE AMOR

Amor
Vamos al puente sobre el río
El que anduvo reflejando
tanto tiempo
sólo cielo
El que te enseña
que la vida
es una espalda que pasa
Ponte radiante
como para aquella
cita primera
Préndete del pelo
una menuda rosa roja
Amor
yo llevo en el puño
el viejo pálpito
de un juramento:
tu nombre
el mío
y esta fecha
grabada en el acero
de la memoria
de nuestro sueño
juntos
Asómate
amor
a la corriente
Si vamos a dejar
de ser nosotros
Si el rumor de mi sangre
va a sonar
en tus venas
Si vas a desaparecer
para
dentro de mi
aparecerte entera
Cierra
Prende el candado
al hierro
de la baranda
del puente
Y arroja la llave
a lo poco puro que queda
en la tierra: el río
Que nace como nosotros
de la húmeda sombra
(¿Lo navegamos juntos?)
Y que en el estuario
de su vida
desaparece
sin ruido sin nostalgia
sin lágrimas…
© Rubén Lapuente
Mi nuevo blog https://rubenlapuente.blogspot.com
FRÍO

Si has tenido frío de niño
tendrás frio el resto de tu vida ( J.José Millas)
Es otro y es el mismo:
El helado compañero
de la infancia pobre
Ése que trae en su alforja
memoria de carámbanos
Viene intacto Puro
Es el de la fría ala
de sábanas ajenas
rozando
acurrucados sueños
Es el gélido huésped
de los pies
con su voz de hollada
hojarasca…
Es el del relente en el baño
sin parpadeos celestes
en el techo de yeso :
La marea de su regazo
de zarza de rocío
Y con derecho a cocina:
A ese badil atizando
los somnolientos ojos
de un sol de cobre…
Es aquel de la niebla
del paso a nivel
yo solo y de la mano
de una cartera
rozada
de no levantarla
un palmo del suelo
atando
el taconeo de mis dientes
al cálido silbido de vapor
de un veloz hocico de hierro…
Y siempre camino hacia la escuela:
Ésa de la boca
de dragón arrojando
una hoguera helada
entre sus paredes frías
Viene intacto Puro
Viene con la manecita
de la muerte
con su vagido de piel de escarcha
desde un capazo de mimbre
cima de la alharaca
de una niña
con sus días azules contados …
Sí
como un destello
de joyas frías tiradas
entre los brazos de la nieve
viene
y con los primeros fríos
Mi helado compañero
de la infancia pobre
Errante desamparado
inevitable
aunque sólo sea hoy un destello
un aldabonazo...
viene con la llave
de m tuétano
©Rubén Lapuente
mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/
RECITAL

El día 10 de Octubre a las 19:00 horas daré un recital de poesía en el salón de la lengua de ese edificio tan hermoso de la foto en la calle Serrano 25 de Madrid, donde se aloja el Centro Riojano. Al finalizar el acto se servirá una copa de vino de Rioja. La entrada es gratuita. El vino también. Os espero.
NIÑA SOLDADO
Me llamo Jasmine y soy de Kivu.
Y sólo quiero un trozo de tela
para acarrear a mi bebé.
Me sacaron de la cama con doce años
los mayi-mayi. Me reclutaron.
¿Para quién lucháis? ¿Para qué causa?
Sólo tenía dos dunas en el pecho.
Y en la vagina, si se cerraba,
palos y trozos de botella.
Era un golpe de autoridad
hacernos andar como patos por la aldea
así seríamos más dóciles y sumisas
en la próxima redada
Soldadito niña tienes un marido
Y una racha de viento
negro encima te vuelve
como un árbol con piernas
esperando bajo un cielo
roto de lona
cese el vaivén
de tu cabeza …
Todas las mañanas
en el andarivel del aire
cruzaba el río
Iba conmigo el agua
para cocinar y cocer la tapioca.
Y me dieron un machete.
Y un gatillo ardiendo.
Y la regla no me venía.
Soldadito niña tienes un marido.
Parí en el monte, a destiempo,
sola, como una gacela.
Y conseguí llegar a mi aldea, a mi casa:
-Tienes un hijo del enemigo.
Tu niño es un estigma.
Has perdido la virtud.
Aquí no te puedes quedar
Vendrían a buscarte.
Ahora estoy en el centro de orientación
Me llamo Jasmine y tengo dieciséis años
Aprenderé a leer, a escribir
para poder trabajar y salir adelante.
Ahora lo único que quiero
es un trozo de tela
para poder cargar a mi bebé,
como hacen las otras mujeres.
©Rubén Lapuente
(Luvungi octubre 2006)
EL OTOÑO
¿El otoño?
Es algo más arriba
Sí Sí Por este mismo camino
Pare el coche antes
de llegar a la ermita
Por ahí cerca de un acebo
tiene él su aldaba dorada
Ah pero hoy no llame
que ha dejado
la puerta entreabierta
Anda tan atareado
rociando todo de ámbar
subiendo tanta savia
de topacio a las hojas
que de tanta ida y venida
sólo saldrá a recibirle
en el zaguán
el vaivén de su mecedora
Pero no tenga vergüenza
entre y vístase con su ropa
Tome de su taquilla
su buzo de tímido camaleón
Su pala y su escoba de abanico
écheselas al hombro
Que disfrazado así
de jardinero del otoño
le será más fácil desaparecer
en esa lenta y dulce y bella
agonía amarilla
¿No ha venido a éso?
Ahí todo está muriendo
Todo cae tan milagrosamente
en su lugar exacto
que tan sólo
por si acaso se cruza con él
llore por un ojo
haciendo como que
arrastra esas hojas
que se han salido del camino
Y no se pierda
el lento viaje de ninguna
Todas hágalas suyas
Caen sobredoradas
sobre sus deseos
o sobre sus sueños rotos
Decore el cielo de sus párpados
con esa estampa
más bella
si la rescata mañana
dibujada
su soledad
o su emoción
o su resol de muerte…
Ah pero no se demore mucho
No quiera anclar del todo
el corazón a ese noray
del muelle del otoño
que aquí la belleza en carne viva
acelera ese pequeño temblor
de estar vivo
enfermo de vida
en este rodar silencioso
de los días sin dioses…
¿me entiende?
Cuando salga del bosque
que sea al atardecer
Bajando
hile de soslayo
los guiños del sol entre las hayas…
Por el camino
su berlina irá dejando
-usted no lo verá-
una estela fatigada de oro”
©Rubén Lapuente
LOS PAISAJES DEL RIOJA
¿Te gustó el vino que labré
grano a grano de mi viñedo?
¿Lo saboreaste como yo te dije
recordando su paisaje?
Pero no sólo de aquel
que viste desde el altozano
al final del estío
cuando las vides
colmadas de racimos de uva
desfilaban vanidosas sus collares
de pequeños soles
de negra lumbre:
el que tenía la sangre
cansada de belleza
sino también
del otro
el del frío invierno
cuando las desnudas
cepas se retorcían
centinelas de vacíos odres
que la nieve lavaba
con esa soledad y angustia
de la que sólo pueden salir
curvados sueños
de náufragas duelas de vino:
granadas añadas
de rojo terciopelo
¿Y si lo retuviste un momento
en el cuenco de tu boca
le sumergiste además
de su almazuela de coral de otoño
la infinita soledad
helada de su corazón
dormido bajo las cepas?
¿Te acordaste?
©Rubén Lapuente
LÁGRIMAS DEL CIELO

Desde el portón entreabierto
el niño
a ratos
asoma la cabeza
Mira el cielo con miedo
Y si extiende
su manecita abierta
no es para pedir
monedas de lluvia
de limosna
"¿Cuándo es la hora?
¿Cuándo nos toca?"
Estrena cofrade niño
en su primera semana santa
Antes- sólo un niño
en su sueño sigue viviendo –
ya lo ha sentido
cuatrocientas veces
en cuatrocientos años
en boca del fervor
de sus mayores
que punzan en su espalda
memorias de azahar
de música
de mágica luna de parasceve…
Ansía oír:
“Señores, todos por igual,
valientes
Al cielo con él”
Hoy no estrenará lágrimas
su vela encendida
No habrá tachuelas de cera
por las oreadas callejas
Ni mecida de Nazareno
en alas de saeta rota
Hoy no soltará el trono amarras
que en el charco
del cuenco de su mano
redobla el tambor
de la lluvia…
Oh demudado capirote
Oh pequeño cofrade del llanto
que no quiere consuelo
que no quiere acabar de llorar…
"¿Cuándo es la hora?
¿Cuándo nos toca?"
©Rubén Lapuente
LOS PAISAJES DEL RIOJA

Para el pregón de las fiestas de San Antonio de Pradejón que va dedicado al 50º aniversario de su Bodega Cooperativa el Ayuntamiento ha elegido mi poema 'Los paisajes del Rioja”
¿Te gustó el vino que labré
grano a grano de mi viñedo?
¿Lo saboreaste como yo te dije
recordando su paisaje?
Pero no sólo de aquel
que viste desde el altozano
al final del estío
cuando las vides desfilaban
colmadas de racimos de uva
en sus pámpanos
con esos sus pequeños soles
de negra lumbre:
el que tenía la sangre
cansada de belleza
sino también del otro
el del frío invierno
cuando las desnudas cepas
se retorcían
centinelas de vacíos odres
que la nieve lavaba
con esa soledad y angustia
de la que sólo pueden salir
curvados sueños
de náufragas duelas de vino:
granadas añadas
de rojo terciopelo
¿Y si lo retuviste un momento
en el cuenco de la boca
le sumergiste su vid de coral
de vino púrpura
su helado corazón dormido
bajo las cepas?
¿Te acordaste?
©Rubén Lapuente
(Pradejón. La Rioja)
Foto Carlos Marín
LA ÚLTIMA HORNADA

Ahora sale la última hornada
Será la última vez que
desde el pescante
de la calesa del viento
se pasee ese largo olor a pan
por las calles de Villanueva
Cien años de nieve de harina
en el zaguán de la panadería
y me sorprende ver a José Manuel
atreverse a barrer
la memoria de todos
como si fuera así de sencillo
desmantelarla
cuando hasta
en el corazón de las piedras
duerme ese aroma
que nos mantenía vivos
"…aquí sólo nace ya la primavera"
Esa hora dorada
Ese camino al obrador
Esa cicatriz de llamas de ramas rotas
Esa caliente hogaza de carne pura
de harina que ahora me envuelve
en una hoja de periódico atrasado…
volcán de lava de trigo al partirla
"...ahora atentos a la bocina
a medio día de una furgoneta"
Horneada de soledad vendrá
la calesa del viento mañana
Y de tristeza
©Rubén Lapuente
Villanueva de Cameros
BORDADA MEMORIA

Hoy María
baja a la calle
así
como si de pronto
la tierra diera a luz
una gema
de carne y hueso
tallada
Lento
y minucioso
y palpitante
primer día de María
prendiéndose
en la piel
esa flor recamada
de la memoria charra
que anoche
en la penumbra
iba desenterrando
del arcón del desván:
El jubón de seda negra antigua
Esa noche
del terciopelo
de la falda
El blanco calado
pañuelo de hombros…
Al trasluz
bajo la lucera
de la luna
miraba
el dengue
con flecos de oro
las dos recamadas
ajorcas
de terciopelo
de los puños
el mandil de faralá de seda…
y lo veía todo
como del revés
con un color
mortecino
como sucio de tinieblas…
Ay pero al amanecer
Al abrir tan sólo el ventanuco
Al entrar la claridad
bordada
de la memoria…
Todas las prendas
Todos esos tesoros
de joyas frías
en la oscuridad
se encendieron:
el lunario de plata
la labor de realce
en los jardines del aljófar
el carrusel de lentejuelas
girando en la noche del terciopelo
la sangre de oro y plata de los hilos…
Todos se volvieron
luciérnagas
Todo parpadeaba
porque quizás recordaban haber
besado esa misma luz
porque quizás existían
sólo porque despertaban…
Una cascada de collares de oro
con veneras colgando
llaman a su pecho
al salir ya
hacia el son del tamboril
hacia la herida
dulce
de la gaita charra
hacia la voz de las castañuelas
que hoy María
estrena memoria
de traje eterno
Y lo baila
en esta plaza
del corazón del mar que aquí
se hizo dehesa…
Lo baila María
Luego
a la noche
se dejará caer
en la cama
vestida así
desvelada
aún en los brazos de la tierra
©Rubén Lapuente
(Vitigudino)
a María Bernal
LA FALLERA

Mira
Ya toda la ciudad
se ha ceñido a la cintura
su reguero de pólvora
Mira qué ríos de olor
de chocolate con buñuelos
como dorados peces alados
bajan por todas las calles
Oh Mira Ya empieza todo a arder
Y ahí Ahí ¿La ves ahí?
Sí Ésa La fallera
¿La ves emocionarse?
Parece como si la hoguera fuera
en la plaza de su pecho
Como si se le quemara
el alma gemela de cartón
Y cómo sabe desaparecer
en la muchedumbre
Qué fácil para ella
Seguro que de niña
podía dormirse también
con el estruendo
de una traca del barrio
Plácidos sueños de triquitraque
entre llamas
la acariciarán siempre
¿Que si lo entiendo?
Esta madrugada de ceniza
le costará quitarse el espolín
de arco iris de oro y plata
Doblando muy despacio
el tisú del corazón desnudo
con su luz de brocado apagándose
la veo…
Pero mira
¿No son esas lágrimas
en llamas la mejor cremá?
Y uno que tiene que esconderse
o mirar antes de reojo
o rememorar removiendo
en las frías cenizas…
¡Oh maldito pudor
que te corta las lágrimas!
Pero mira ¡Mira!
Oh qué belleza
¿Las ves?
¿Las ves rodar a mares?
©Rubén Lapuente
SIDRA ASTURIANA

Alta
muy alta
Botella verde
y oscura
de pomar de Asturies
me levanta
Tamara
Malabarista
de su fuente de amor
fermentada
me la escancia
en un acantilado
de cristal
donde
se revuelve
su aroma
en bruma de ámbar
que estalla
en agujas
de flores de estrellas
en cada ola
Y así
de brava
entra
en mi garganta
Y de un trago!
Que su lozanía
agridulce
no espera
a nadie
ni a nada
Oh es vino de manzana
Redentor
de aquel perdido Edén
que la sidra encuentra
Oh es el regazo del lagar
de Asturies
como espigas de trigo
en el topacio
que la hace
tan bella muchacha
tan dorada
Es sidra de vida
para la sed
de compartir la alegría
aquí
en esta tierra
en un mismo vaso
del que beben
todos
en torno
a esta botella
verde y oscura
de pomar
de su fuente de amor
fermentada
que se levanta
que me levanta Tamara
alta
muy alta!
©Rubén Lapuente
(Cangas de Narcea)
a Tamara González Menéndez
EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE

Un miércoles santo
mi madre
me llevo a la Redonda
En ese día
el Cristo de la Buena Muerte
abandona siempre
la urna de cristal
en la que descansa
Al cruzar la capilla
allí estaba
envuelto de muerte
Parecía
sobre un lecho
de terciopelo negro
un estero
de sangre y dolor
muerto
Unas mujeres
lo limpiaban
le barrían
con un plumero
el nidal de harina de polvo
del último año
Le pasaron luego un paño
embebido
en aceite
Y lo hacían
como si lamieran
las heridas
a su propio hijo
Sobre su torso
cada uno
le pasaba lo que tenía a mano
Mi madre
su pañuelo de seda
Un algodón también acarició
su piel de cedro
que se guardó
en el bolsillo
Le dejaron los dedos del pie libres
como flores de gasa
para los labios
El roce de la madera
torturada
recuerdo
era suave
de ese que se queda
un largo tiempo
y se rescata
y sale
de la memoria
como una estela
Miraba la talla
y en el pozo oscuro
de los agujeros
oía el eco
del primer mazazo en el clavo
junto al pavor
del jirón de su garganta
Y en esa boca en el costado
veía la lanza
barrenándole
por detrás de las costillas
El pulso
de cada espina
de la corona
como pequeñas puñaladas
en las tiernas sienes
andaba por el aire
Me acordé
del buen ladrón Dimas
del “acuérdate de mi …”
Que me sabía la vida de Jesús
Que me daban religión
a machamartillo
Siempre es
en este redoble de los tambores
que envuelve la ciudad
en Semana Santa
lo que me hace recordar
esa mañana
De temerlo de niño
a pensar ahora
que quizás para muchos
al resucitarlo
acabaron
matándole
Quien echó a los mercaderes
A los especuladores del templo
Quien llevó esa lírica
parábola de la pureza
de una vida verdadera
hacia morir…
Y aunque no anduviese en la mar
este viernes santo
por mi calle
no le van a faltar
claveles
©Rubén Lapuente
Foto: limpieza de la talla del Cristo del Santo Sepulcro
en la Redonda . Logroño
EL DUENDE DEL VINO

De un lagar
de ebrios sueños
de vino
sales
Mensajero
de savia
de miel de topacio
o de sangre
de terciopelo
Encarnado
en este caserío de metal
pareces
el duende del vino
de esta tierra mía
hecha
de mil retazos
de viñas
en una sola y hermosa
almazuela
Y qué alhajas
de tu reino subes
Qué piel de titanio
rosa pálido
Qué de oro de ámbar
de otoño espejeas
Qué canal de plata
para llegar
al estuario
de una copa
Sobre el paisaje
de mi infancia
quieto…
Galopa duende del vino
Zagal de acero
Ahí flotando
pastorea
este rebaño de viñedos
Que no quiero verte
como una alquería
sino como corazón de los sentidos
Ir acercándome
a ese maretazo de aroma
como de mujer desnuda
al dejarse caer
el vestido
hasta el abismo
de los pies
Y entrar en la bodega
sobrio
pero ya ebrio
de dulce vino de vida!
©Rubén Lapuente
Foto: Bodegas Marqués de Riscal
Elciego .Rioja Alavesa
Obra de Frank Gehry
NOCHE DE SAN JUAN

Pareciera que vuelves a la nostalgia
que te sumerges en la derrota
de los que apuraron la copa
de toda su juventud
ya con esa fogata dentro que medra apagada
Pero hay quien vuelve a ese baño de fuego
flameando una hoja de papel
caligrafiada de deseos
Que la lumbre renace también
de un rescoldo dormido
Que siempre es ese último sorbo
el que paladea el recuerdo
¿Y cómo no saltar sobre la hoguera?
¿Cómo no jugar con la vida?
¿Cómo ensordeces sino el fragor
del aguacero que implacable arrecia
sobre nuestras llamas?
©Rubén Lapuente
Foto de maduroman
LA BATALLA DEL VINO

Al amanecer
del día de San Pedro
por los riscos de Bilibio
camino Haro
allí donde el río Ebro
se revuelve bravío
hay una batalla
que en lugar de sangre
se
derrama
vino
Para esta liza
todos se hacen soldados:
Jarreros
De pueblos vecinos
También mercenarios
Y tú mismo si vienes
tienes un sitio
De guerrera
basta con una vieja
camisa blanca
y pañuelo rojo
al cuello
De aljaba
un caldero
o una bota
o una botella
o una pistola de plástico
De munición reparten
el fruto de la vid
De banda de guerra
ya hay una charanga
que ameniza
el tiroteo
Y en son de paz
camino Haro
a quemarropa
o tendiéndose celadas
pelean
todos contra todos
en un fuego cruzado
tiñéndose las ropas
la piel
los cabellos
de acuarelas moradas
de vino
Todo un pueblo
volviéndose niño
frente a este paisaje
de viñedos
infinitos
de La Rioja
que nos da tanto
que nos ha forjado
Empaparse de vino
como tú de luna llena
o del olor de tu hembra
o el de tu hombre
Y sentirlo
Y guardarlo
Y velarlo
como oro puro en paño
El día de San Pedro
si pasas por los riscos
de Bilibio
camino Haro
deja que te hieran
alegremente
¡Y muda en los rubores
del vino!
©Rubén Lapuente
( Haro.La Rioja)
LA DANZA DE LOS ZANCOS DE ANGUIANO

Son zarpazos que me vienen
en el sueño:
Zancos agrietados
Vahídos
Trompicones
El verme de bruces
sobre las piedras…
Soy un joven de Anguiano
Y eso te lleva a una cita
“¿Qué?
¿Cuándo te vas a lanzar
por la cuesta?
Ya tienes edad”
¡Ay! Del patio de la escuela
a ser la peonza que bailaba
un dios antiguo
Si lo hago es para ser
Y me he plantado
en lo más alto del vértigo
¡Cómo empuja aquí la memoria de siglos!
¡Cómo leo ahora los labios de mi padre!:
“Cuando te vea bajar
me veré a mí mismo”
Siempre son ocho jóvenes del pueblo
Yo el bisoño este año
Y mientras me dejo atar
minuciosamente los zancos
hago sonar las castañuelas
para ahuyentar la ansiedad
el escalofrío
Aún no me toca
En las orillas y abajo
de la empinada cuesta
agobia tanta mirada
de circo…
¡Allá voy
con las alas de mis sayas!
¡Vertiginoso!
¡Y no veo a nadie!
¡Soy la peonza de un dios!
©Rubén Lapuente
(Anguiano.La Rioja)
El origen es incierto como una prueba de paso
a la madurez como hacían en la antigua Grecia
los niños al cumplir los nueve años ofreciendo
sus peonzas a los dioses porque ya comenzaban
su preparación para ser hombres…
Casi como ir a verlos:
Danza de los zancos de Anguiano
El 22 de julio
Y el último fin de semana de septiembre