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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

ALAS ARRIBA

ALAS ARRIBA

 

Sobrevuelo mi ciudad

Alados brazos de avioneta visto

Sobrevuelo miles de historias parecidas

Sabía que navegando los cielos

mágicamente te vas vaciando de ti

Que la pesadumbre no escala nubes

y se queda ovillada en su nido

de bruma esperándote abajo

Sobrevuelo pedazos del puzzle de vida

que  de pronto  descorre los tejados

a la carrerilla de ir a abrazar y registrar

los bolsillos de padre

al bajar de las escaleras

tentando la baranda a trompicones  

hacia el dulce sol de la niñez

Mi piel mojada hombrea aún junto

a la plata del río corriente abajo

Me sube el perfume de los parques

de muchachas en flor

Sobrevuelo aquel corazón mío roto llagado

eterno menhir enquistado en la memoria

a mi madre asomada a la ventana

bajándose en silencio su crepúsculo

los días de otra vida de ahora

con el silbido de hoz de un intruso

barriéndome el estómago

desde la miranda del aire

como si yo fuera otro

como si la carne mía pulpa de luz

 

El piloto vira el aeroplano

y el horizonte se desequilibra se curva:

asoma el perfil del trompo de tierra en el vértigo

de su viaje oscuro que revuelve belleza

con la nausea del por qué hay algo y no nada

Regreso como antes de encaramarme

Recojo el morral del pesar

Un viento rezagado intenta levantarme los brazos…

Zigzagueando voy buscando unas alas…

                                      ©Rubén Lapuente

Foto de José I.Toyas

Real Aeroclub de Logroño y Rioja

7 comentarios

lichazul -

me gusto mucho a imagen
"Mi piel mojada hombrea aún junto

a la plata del río corriente abajo

Me sube el perfume de los parques

de muchachas en flor"

te haces uno con el aparato volador, eres avemetálica

Noches de luna -

De lo mejorcito que has escrito. Muy bueno, "navegando los cielos mágicamente te vas vaciando de ti Que la pesadumbre no escala nubes y se queda ovillada en su nido de bruma esperándote abajo". En mi caso, cuando me subo a mi helicóptero (mental, anímico, espiritual, no sé cómo llamarlo, incorpóreo, sin materia) y me veo desde arriba, veo las cosas y me veo a mí con más serenidad; es bueno mirarse desde arriba y observar esos " pedazos del puzzle de vida"
Que tu morral sea cada vez más leve.

Un abrazo
Victoria

María Socorro Luis -

que ese vuelo alas arriba, sea presagio de que todos los pesares van quedando en el fondo del recuerdo.

Besos por dos

virgi -

Me encantaría subir en una avioneta y ver las cosas desde esa altura. Alguna vez he pensado hacerlo para ver Las cañadas, pero nunca lo hice.
Parece que siempre soñamos con volar.
Besos a repartir, porfi.

Zeltia -

El anónimo de arriba era yo. ahora quería decirte cuánto agradezco tus versos lejanos en el tiempo en mi post, tan frescos que todavía huelen a mañana.
que ellos ocupen los vacíos.

Anónimo -

la pesadumbre no escala nubes /
y se queda ovillada en su nido / de bruma esperándote abajo
ay, si eso fuese cierto...! pero sí, siempre existen unas alas, el momento mágico en que uno olvida. Pero, como dices en los últimos versos, luego se recoge el morral del pesar...

un abrazo

Isolda -

¡Qué cantidad de recuerdos y sentimientos desgranados a través de ese vuelo a vista de pájaro.
Emocionante como siempre y preciosas tus metáforas.
Besos alados