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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

LIBRO DÍAS DE QUIMIO Y ROSAS( 3 )

UNA PALABRA

UNA PALABRA

Una palabra 

entre los dos

De mí para ti

A solas

Esa palabra

que atraviesa

la piel como un milagro

Que

al perderse

se esconde

en todos los rincones

de uno

Pero ¿cuál?

¿Vida?

No  Ésa no

Mejor otra

Que vida lleva

 a su espalda un Judas

Un sicario

Un circo de lágrimas

No

Y tan dulce como “cariño”

Tampoco

Que pronto se repite

como muletilla

Oyéndola todos

Que empalaga

No  no

“Cielo” es demasiado bella

Etérea

No se clava como un rejón

Tan remilgada acuarela

tampoco

“Corazón”

a ratos valdría

Pero es demasiado directa

Puede sonar a falsa

A retahíla

Para una llamada

dulce es única

Para abrir la piel como un libro

de versos a la noche 

es arrolladora

Pero no  no

No es ésa

“Amor” sí

Pero es incompleta

Por lo rotunda

Puede que no diga la verdad

Abarca preludios

Muy suave suena a deseo

Pero al final muletilla también

Y no  no  No es esa

Una palabra entre los dos

A solas

De mí para ti

Que curve la mirada

Que evoque toda la memoria

Mejor que cariño

que cielo  

que amor  que vida

que corazón

Una palabra

como una dulce

tormenta

secreta

mojándonos

Desnuda y vestida a la vez

Sin cuentos

Una palabra  una palabra…

¿Esposa?

Oh  sí

¡Sí!

¡¡Esposa!!

©Rubén Lapuente Berriatúa

 

LA ALMOHADA DEL CORAZÓN

LA ALMOHADA DEL CORAZÓN

Parece que es una almohada. Tiene la forma de un corazón. Coincidió que la primera que hicieron  en la Asociación del Cáncer de la Rioja se la llevaron  a mi mujer, al hospital, cuando ese arquero ciego le clavó en el pecho una flecha en curare embebida...

Yo creía que era una de esas cervicales para mitigar ese duro jergón que ponen para el acompañante en el Hospital San Pedro. Pero no, me equivocaba. No era para mí. Es mágica porque sirve para todas las mujeres, de talla única, a la medida de cualquier axila. Y es para cuando abran los ojos postradas en una cama y  empiece la herida a respirar la escarcha del miedo...

 Es como aquella tirita de madre que de niño se bebía la olita de sangre, el hervor de la rozadura.

 Ahora es la almohada suave para la cabeza de niebla del dolor. Y en la calle Lardero, en la Asociación del Cáncer, tienen el taller. Allí, son las mismas malheridas mujeres, ya  reverdecidas, las que después de todo el sufrimiento, se citan, se arropan y cosen esa joya, ese corazón de almohada, con hilos de penumbra de aquellas mismas lágrimas rotas.

Allí, hilvanándolas,  quizá van olvidando sus días de vida envenenada, y ojalá no se lean en los ojos lo mismo, destierren esa pregunta : ¿Nadie nunca nos dirá que ya estamos limpias?

Yo tengo una que se ha ganado ser la reina, la guinda sobre la colcha de mi cama porque cuando mi sueño rozaba el sueño tembloroso de mi mujer, bajo su brazo, la veía como aquel blando peluche de la niñez  que asustaba el miedo de la oscuridad: la muleta de su corazón.

 Y ahí la tienen preparada para llevarla rauda, en mano, hasta la misma cama del hospital,  cuando ese mismo invisible arquero ciego hiera en el pecho a una nueva muchacha.

Rubén Lapuente Berriatúa

publicado en el digital nueve cuatro uno de la Rioja el 08/01/2020

 mi otro blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

DÍAS DE QUIMIO Y ROSAS

DÍAS DE QUIMIO Y ROSAS

El día 28 de Octubre  a las 20 horas presento en ese edificio tan hermoso de la foto : el Centro cultural Ibercaja Portales de Logroño  con la Asociación del Cáncer de la Rioja mi libro Días de quimio y rosas. Espero veros. Os dejo tres poemas.El libro lo podeis comprar en librerías por 10€ o poniendome un correo rubenlapuente@gmail.com

 

 CAMELIA SUMERGIDA

 

No basta que tu mano sea su amarre

Que tus brazos sus remos

Que tu espalda su barca

Que tu cuerpo su dique

No basta con el amor

En el océano de este sueño

hay un lejano gañido

que de noche la despierta

Y es que cuando parece

que todo se rehace

otra vez todo se deshace

Otra vez la dentera del box del miércoles:

El sumidero de la frescura

El pesado cielo gris de la boca

Otra vez la lluvia de metal de saliva

Un cansancio eterno de hombros de ameba

que hasta la bata al pie de la cama

le parece tejida con vellones de plomo

No basta el nido de albatros de tu pecho

Otra vez la camelia sumergida

Volver a coser y planchar

los mismos pétalos…

Otra vez falsos sueños de gragea

Estaciones de su cuerpo

como el de esta mañana

de dócil girasol

que no puede negarse a seguir

la suave luz de la vida…

Y se levanta

Y tacha  

Y remacha

con una cruz

en el calendario de la cocina…

Otra  fecha

menos

 

ROSAS DE FEBRERO

 

Uno no sabe si Cupido

también trabaja para quien

respira en otra vida

Para las que miran

desde rendijas tristes

Si brillarán las rosas

bajo el cielo

de una boca en llagas

 

No sé si así

hecha un guiñapo

tendrá regazo para tantos ramos

Ella la garza rosa de la dehesa

La que ha crecido trepando

por los tapiales

del huerto de su casa

y de la mano

de esa debilidad suya

de esa belleza rosa oscura…

 

Un timbre de flores

ya suena en la puerta

"Que yo no puedo. Abre tú"

Una luna de rosaleda en la mirilla…

Y del puerto del diván

ya ha soltado amarras

Ya anda  por ahí buscándolas sitio

Las colgará luego de la penumbra

Y con laca de rocío de aquellos cabellos

las apretará a su nueva larga muerte

para después sembrarlas a voleo

por todos los rincones de la casa…

 

Rosas de la malaventura

De la rabia para mí

Pero rosas de la resistencia para ella

Que son las cartas de amor

que se estrechan entre los brazos

 

¡Que son las rosas de su trinchera!

 

 

CINCO LOBITOS

 

Hay días

que para no gastar vida

casi no habla

¿Cómo estás hoy?

Y me hace un gesto con la mano

como si me cantara

cinco lobitos…

Asomada al balcón

de su cuerpo en llamas

su horizonte sigue siendo

tachar con una cruz

una fecha

en la hoja del calendario

de la cocina

casi ya cerrando el paréntesis

de estos días de otra vida

de esta apisonadora  

del protocolo frío

que tan maleadas muchachas

devuelve

 

Yo ahora

en este tres  dos  uno

de broche final

bromeo y la llamo

miss mundo en horas bajas

o rastrojo hermoso

o trapo de cocina Armani

Pero ayer en el box

intenté vestirme con su fatiga

colarme por la rendija

de sus ojos de mármol

Ser como la hebra del ovillo de su calvario

y se me apareció ese animal

de fondo de miedo del después

el que no te deja subir a la mesa

a bailar

 

Ahora la piel debería volver a erizarse…

Volverse de terciopelo

           ©Rubén Lapuente

PILI O LA LUZ DE TERCIOPELO

PILI O LA LUZ DE TERCIOPELO

 

Oh la alegría de unas

cajas  apiladas

en el arcén

de la carretera

Ya está la puerta

de hierro entreabierta

Ya está  Pili

Ya está en el zaguán

la sonrosada

reina de Lardero

sentada

en su trono

de butaca de plástico blanco

con su alfombra

de melocotones

a sus pies

y cada uno todavía

con la misma luz de terciopelo

que si colgaran

de la rama

 

Entramos

y una marea de carne

rosa granada

nos traspasa

Mientras se abraza con Carmen

yo recuerdo

cuando hace bien poco

venía solo

y la mentía:

No Pili hoy trabaja de tarde

No  hoy tiene un cursillo

No Pili  hoy…

Le enseño el libro

días de quimio y rosas

Y  oh hermoso trueque

me lo cambia

por dos cajas de melocotones

y un poema

 

Sobre el salpicadero

del coche

dejo  uno de esos planetas

de rojos rocíos

de cicatrices de ocasos

de tesoros de rubores perdidos

en mejillas de niña…

Camino Cameros Carmen

no aguanta más

la embriaguez

de su aroma de seda…

y  se lo devora

aún vivo

         ©Rubén Lapuente

          Lardero. La Rioja

 a Pili Vallejo

DÍAS DE QUIMIO Y ROSAS

DÍAS DE QUIMIO Y ROSAS

 

Es una casa de papel

en la que vive

una rosa enferma  

tirada en un diván

que de poco en poco

bebe en una copa

un licor de otoño

que la deshoja

Tiene

una ventana rota

por donde

si te asomas

le ves el corazón

Hay un centinela amante

tendido a su lado

que le escribe versos

pero que

no llega nunca

a leérselos

hasta el final

y que a la orilla

de su sueño inquieto

que el suyo roza

le ha dejado

las mismas manos

que la desnudan

en el amor

Hay un calendario

en la cocina

malherido de cruces

Y una peluca

sobre la cómoda

cómplice

de su silencioso naufragio

 

Y una trinchera con fango de rosas

 

Una casa de papel

con las paredes escritas

con una pluma mojada

en el río de mi corazón

del que nunca había bebido tanto

 

Una fogata

de cien gramos de papel

que ya arde fuera de mí

 

¡Y que ojalá no hubiera escrito!

                           ©Rubén Lapuente

A beneficio de la asociación contra el cáncer mi libro Días de quimio y rosas: el cáncer de mama visto por el que anda al otro lado de la cama, en este caso, yo, que te acerco a mi camino de espinas y esperanzas rosas de esta enfermedad que tan maleadas muchachas devuelve. Si lo quieres mándame un correo: rubenlapuente@gmail.com