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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

RITOS(12)

LA DANZA DE LOS ZANCOS DE ANGUIANO

LA DANZA DE LOS ZANCOS DE ANGUIANO

Son zarpazos que me vienen

en el sueño:

Zancos agrietados

Vahídos

Trompicones  

El verme de bruces

sobre las piedras…

 

Soy un joven de Anguiano

Y eso te lleva a una cita

“¿Qué?

¿Cuándo te vas a lanzar

por la cuesta?

Ya tienes edad”

¡Ay! Del patio de la escuela

a ser la peonza que bailaba

un dios antiguo

Si lo hago es para ser

 

Y me he plantado

en lo más alto del vértigo

¡Cómo empuja aquí la memoria de siglos!

¡Cómo leo ahora los labios de mi padre!:

“Cuando te vea bajar

me veré a mí mismo”

Siempre son ocho jóvenes del pueblo

Yo el bisoño este año

Y mientras me dejo atar

minuciosamente los zancos

hago sonar las castañuelas

para ahuyentar la ansiedad

el escalofrío

Aún no me toca

En las orillas y abajo

de la empinada cuesta

agobia tanta mirada

de circo…

 

¡Allá voy

con las alas de mis sayas!

¡Vertiginoso!

¡Y no veo a nadie!

¡Soy la peonza de un dios!

                 ©Rubén Lapuente

                    (Anguiano.La Rioja)

 

        El origen es incierto  como una prueba de paso

        a la madurez como hacían en la antigua Grecia

        los niños al cumplir los nueve años ofreciendo

        sus peonzas a los dioses porque ya comenzaban

        su preparación para ser hombres…

        Casi como ir a verlos:

Danza de los zancos de Anguiano

El 22 de julio

Y el último fin de semana de septiembre