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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

EL RASILLO

EL RASILLO

De lejos

pareces de juguete

De postal

de mentira

de bello

Como tallado

en el claro

de una esmeralda

de cerca

Alguien debió

despertarse

 en esta dulce ladera

de trinos

y al alba

apresurarse

en colocar

la primera piedra

en talar

los durmientes

del tejado

apilando la leña

al oír

la rondalla

fría del viento

azotándole

el  corazón

Quería vivir

con el ruiseñor

en la rama

con el aire puro del miedo

de una corza

como un marinero

subido

a la cesta

de la gavia

del mástil mayor

mirando

la caricia

de un océano

de agujas

verdes

que le ablandara la vida

 

Y el tiempo

te regaló

el cuenco del valle

de agua lenta

del rio

de espejo

para que

te vieran

el velamen rizado

de tu torso de piedra

en el agua

para pescar

el pez de los sueños

de cada ventana

o buscar

disparatado

cada campanada

de la torre de la iglesia

como si

también

doblasen

en cada gota

y para hacerte

romántico

bajándonos

en esa luna

de noche

sobre el embalse

a esa otra

sirena

de plata desnuda

que nos junta las sienes

que nos flecha

de besos

 

Te he subido

peldaño

a peldaño

hasta el balcón

que abre la vida

y allí

me tropecé

también

con la muerte

que

perezosa

me quitaba

el vaho

de los cristales

   ©Rubén Lapuente

 (El Rasillo de Cameros)

7 comentarios

Blanca -

Gracias por compartirlo Ruben, es precioso como nuestro pueblo ¡El Rasillo de Cameros!
Un abrazo.

Zeltia -

Me gusta mucho ese final.

virgi -

Serenidad antigua. El sosiego que nos falta para entender mejor lo que nos rodea.
Voy a buscar este lugar tan sugerente.
Besos

Antón de Muros -

Tu texto transmite paz.
Es bello.

Abrazo.

Antón.

Isolda -

Magnífico regalo para la vista y el corazón son tus letras para ese enclave precioso donde revivir en primavera.
Besos de verdor y de ilusión para dos.

Noches de luna -

Frescura y ritmo. Como hace tiempo en otros de tus poemas, me alegro de volverlos a encontrar.

Un abrazo
Victoria

María Socorro Luis -

Preciosa oda a un precioso pueblo, donde será una verdadera gozada vivir.

(El ritmo me recuerda un arroyuelo saltando entre las piedras)

Mil besos para dos