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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

PÁRVULAS SÁBANAS

PÁRVULAS SÁBANAS

Tendido en la cama

mis rodillas levantan

un cielo de sábanas de luz

por donde va mi hijo

trenzándome

su párvula

niñez

 

Con un lejano zumbido

de aviones en mi boca

se pone en guardia

con ese braceo

ciego suyo

de loca algarabía

Qué fácil sumergirme

en esa madriguera

convertirme

en la zancada de mis dedos

escoltando

a la suya

tan pequeña

 

A un grito mío

ya huimos de un gigante

por una empinada

ladera:

la encrestada espalda

de un dragón

que refunfuña

medio dormido

sobre

mi pierna

Al pisarme el ombligo

de pronto

todo tirita

Pero “¡corre -le digo -

que es el cráter de un volcán

corre que estalla

que nos coge la corriente  

de su rio de fuego

de viva lava!”

Y cruzamos

sin un rasguño

el bosque

oscuro de mi pecho

con dibujos

de ojos de fieras

que parpadean

con serpientes con unos de tiza

en las pupilas

silbando

en cada

ensortijada

mata

de mis hebras

 

Antes

de alcanzar

la combada ribera

de luz

de la sábana

en el refugio del bolsillo alto

de mi pijama

me parlotea

tranquilo

en esa lengua virgen

gorjeo de luz del paladar niño

que me deslumbra

 

Y todo hasta que

una voz cálida y firme

cada noche repetida

echa abajo

nuestra bóveda

hiere a mi hijo de sueño

me despierta

a mí

de la niñez  y…

      ay

me retorna  

a esta otra vida

hasta mañana

                              ©Rubén Lapuente

8 comentarios

María Socorro Luis -

Qué hermoso retornar a la infancia con la infancia, dejar en libertad ese niño que somos...

Felicidades.

cuspedepita -

Tus poemas a veces son como ese olor especial que, de pronto, te devuelve los recuerdos de otros tiempos tan nítidos que parecen realidad. ¡ Genial !

Teresa -

Cada vez estoy mas convencida de que para recordar nuestra infancia hay que vivirla de nuevo con nuestros hijos.Un poema realmente delicioso.
Un beso Ruben

eloy -

¡Qué maravilla! Me sentí transportado a un tiempo no tan lejano. El poema es fantástico, me gusta mucho su ritmo y la ternra que muestra. Nunca dejes de ser niño entre las sábanas.

Un abrazo

eloy

Isolda -

Que maravilla de poema, qué bien transmites esa necesidad de volver a la infancia y parar el tiempo. Besos emocionados.

virgi -

El preciado escondite debajo de las sábanas. Los sueños que tuvimos, las ilusiones tan blancas.
Tan bello, Rubén, tan tierno.
Un beso

Zeltia -

:-)
me hiciste retroceder hasta ese mundo infantil; hasta ese habitáculo mágico que es el mundo bajo las sábanas.
Que suerte conseguir estar en él contagiado por la fantasía infantil

Laura Caro -

Qué preciosidad, Rubén.
Qué deliciosa es la niñez ... Me encantó.
Un abrazo.