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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

BORDADA MEMORIA

BORDADA MEMORIA

 

Hoy María

baja a la calle

así

como si de pronto

la tierra diera a luz

una gema

de carne y hueso

tallada

Lento

y minucioso

y palpitante

primer día de María

prendiéndose

en la piel

esa flor recamada

de la memoria charra

que anoche

en la penumbra

iba desenterrando

del arcón del desván:

El jubón de seda negra antigua

Esa noche

del terciopelo

de la falda  

El blanco calado

pañuelo de hombros…

Al trasluz

bajo la lucera

de la luna

miraba

el dengue

con flecos de oro

las dos recamadas

ajorcas

de terciopelo  

de los puños

el mandil de faralá de seda…

y lo veía todo

como del revés

con un color

mortecino

como sucio de tinieblas…

 

Ay  pero al amanecer

Al abrir tan sólo el ventanuco

Al entrar la claridad

bordada

de la memoria…

Todas las prendas

Todos esos tesoros

de joyas frías

en la oscuridad

se encendieron:

el lunario de plata

la labor de realce

en los jardines del aljófar

el carrusel de lentejuelas

girando en la noche del terciopelo

la sangre de oro y plata de los hilos…

Todos se volvieron

luciérnagas

Todo parpadeaba

porque quizás recordaban haber

besado esa misma luz

porque quizás existían

sólo porque despertaban…

 

Una cascada de collares de oro

con veneras colgando

llaman a su pecho

al salir  ya

hacia el son del tamboril 

hacia la herida

dulce

de la gaita charra

hacia la voz de las castañuelas

que hoy María

estrena memoria  

de traje eterno

Y lo baila

en esta plaza

del corazón del mar que aquí

se hizo dehesa…

Lo baila María

Luego  

a la noche

se dejará caer

en la cama

vestida  así

desvelada

aún en los brazos de la tierra

              ©Rubén Lapuente

                     (Vitigudino)

a  María Bernal 

 

6 comentarios

Zeltia -

"Lo baila María"

la tradición, la memoria

:)

Julio -

Impresionante la belleza de esta muchacha y de este vestido tradicional charro, e igualmente impresionante tu poema, Rubén. Me he sentido conmovido ante esta muestra tradicional del viejo reino leonés de tierras salmantinas y verlo tan bien cantado en tu voz poética. Un orgullo. Salud.

Julio G. Alonso -

Impresionante la belleza de esta muchacha y de este vestido tradicional charro, e igualmente impresionante tu poema, Rubén. Me he sentido conmovido ante esta muestra tradicional del viejo reino leonés de tierras salmantinas y verlo tan bien cantado en tu voz poética. Un orgullo. Salud.

joselu -

Yo he vivido sin tradiciones, no puedo sentir qué es eso. Lo veo pero no lo siento. No sé qué es sentirte en la piel de mis antepasados, ni he sentido orgullo por la tradición como dice María. Pero eso no me impide apreciar la poesía que llena estos versos que recrean ese acto de vestir el traje charro y participar en el baile con el tamboril. Serie de imágenes preñadas de belleza: diera a luz una gema de carne y hueso/como sucio de tinieblas/la claridad bordada de la memoria/todos(...) se encendieron/ todos se volvieron luciérnagas/ ... y más que ya no cito. La poesía realza la belleza de esa tradición y los que lo leemos podemos tal vez intuir algo de lo que hay allí, aunque no sintamos en exceso su significado.

María -

Ufff, no tengo palabras para expresar lo k siento, enhorabuena por este poema que has creado, así fue como me sentí la primera vez que me vestí de charra y lo más hermoso es que ocurre cada vez que me visto como mis antepasados, es un lujo sentir tanto orgullo por la tradición, y es un lujo que te hagan un poema y que plasme tanto amor y sabiduría. Sólo me queda decir, GRACIAS

carmen -

María...charra en todos sus sentidos: arte, baile, música, sensibilidad. Lo mismo tocas una flauta y un tamboril que bailas con ese traje que parece trasladarnos a esa plazuela de nuestros bisabuelos. Grande María, hermosa en toda la amplitud de la palabra.