Blogia
El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

LA FALLERA

LA FALLERA

Mira

Ya toda la ciudad

se ha ceñido a la cintura

su reguero de pólvora

Mira qué ríos de olor

de chocolate con buñuelos

como dorados peces alados

bajan por todas las calles

Oh  Mira  Ya empieza todo a arder

Y ahí  Ahí  ¿La ves ahí?  

Sí   Ésa  La fallera

¿La ves emocionarse?

Parece como si la hoguera fuera

en la plaza de su pecho

Como si se le quemara

el alma gemela de cartón

Y cómo sabe desaparecer

en la muchedumbre

Qué fácil para ella

Seguro que de niña

podía dormirse también

con el estruendo

de una traca del barrio

Plácidos sueños de triquitraque

entre llamas

la acariciarán siempre

¿Que si lo entiendo?

Esta madrugada de ceniza

le costará quitarse el espolín

de arco iris de oro y plata

Doblando muy despacio

el tisú del corazón desnudo  

con su luz de brocado apagándose

la veo…

Pero  mira

¿No son esas lágrimas

en llamas la mejor cremá?

Y uno que tiene que  esconderse

o mirar antes de reojo

o rememorar removiendo

en las frías cenizas…

¡Oh maldito pudor

que te corta las lágrimas!

Pero mira ¡Mira!

Oh qué belleza

¿Las ves?

¿Las ves rodar a mares?

       ©Rubén Lapuente

 

2 comentarios

Zeltia -

La patria de cada uno está en su infancia. Todo lo que nos lleva a ella, lo sentimos nuestro, nos emociona hasta las lágrimas.
A saber qué pensamientos mojados rodaban por su cara.

Joselu -

Entiendo que es un hermoso poema, pero en este caso no me siento cercano al motivo lírico que es la figura de la fallera y luego las fiestas populares. Aquilato el valor de las lágrimas de la fallera pero no me conmueven. No me conmueven las fiestas populares. Las veo como una atmósfera, como un ambiente, como un panorama en que suceden cosas. Así he visto procesiones en Andalucía sin verme implicado en ellas, sanfermines, fiestas en Zaragoza, demás, pero nunca me he sentido dentro de ellas. No me gusta la algarabía popular que encierra multitud de elementos admirables y otros no tanto. Hay una voz popular que me causa temor. La fallera, sin duda, es algo plásticamente hermoso, pero también ha sido utilizada para hablar de la cultura popular, de Valencia, del espíritu popular, de los pueblos que tan orgullosos se sienten. No sé, pero cuando oigo o leo que alguien se siente orgulloso de ser gallego, catalán, valenciano, aragonés, andaluz, español, algo dentro de mì siente temor pues intuyo un tribunal colectivo en el fondo de ese orgullo. No tiene nada que ver con tu hermoso poema sobre la figura por antonomasia de la fiesta valenciana, pero no me atrae, igual que no me atrajo para nada la pintura de Sorolla de la Hispanis Society de Nueva York. Me fascina la poética de la extrañeza, de la soledad, de la distancia, de la otredad y en eso no entran figuras populares por sentimentales que sean.

Un cordial saludo.