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Se muestran los artículos pertenecientes al tema POEMAS ESCÉNICOS( 20 ).

HOJAS DE ACANTO

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Hacía semanas Rubén

que la madera no cambiaba de nudo

Imagínate en el taller

todos

buscándonos

con la misma mirada

inquieta

asustada

Que en un encadenado

dominó de ladrillos

un soplo baste

para que el andamiaje de un país

se desplome tan rápido

cuesta digerirlo

Nadie vio la carcoma Rubén

Y cómo te apeas de la angustia

Cómo aguantas

de centinela

el apretado ahogo

de olor a silenciosa madera

de cada día  

de cada noche

esperando

sin cobrar

el cierre

Con el miedo

otra vez al porvenir

pero ahora con un trozo tuyo

subido a los hombros

y con esas paredes de la casa

que aún no son

del todo

tuyas

Y sólo sé tallar una flor

sólo unas hojas de acanto

Sólo escribo ripios en la madera

Ahora en el paro

me hace gracia que note

que la tierra se mueve

Me veo desde el cielo

mareado

dando vueltas

Es ese runrún del vértigo mío

al que acallo

con el aspirador

que paso

y paso

por la casa

o le engaño

demasiadas veces

con serrín

de rubia cerveza amiga

Y así salgo a la calle

casi sin esperanza

encontrándote hoy Rubén

Mañana iré a tomar medidas

Te tallaré en la cama

una flor

unas hojas de acanto:

mis “ripios” en la madera

             ©Rubén Lapuente

a  un trabajador de Alba Rubio

ANDREA

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Andrea que son ya las nueve

Que no has subido la verja

Pero ¿qué te pasa?

¡Pero si ni has horneado el pan!

¡Que nos viene toda la marea del barrio Andrea!

No mujer  No me llores aquí

Pero ¿qué te pasa?

¿Qué? ¿Que no sabe si te quiere?

Andrea que esto es un negocio

Deja en otro sitio el desamor

¿Que no se te pasa?

Dile que si tiene que romperte el corazón

que te lo rompa ya

que deshoje de una vez

su margarita

Cómo vas a ser poca cosa Andrea

Que venga

Dile que se venga aquí

antes de tu hora

mucho antes si quiere

Que  viera en las cámaras

cómo buscan

esa joven mirada tuya

la que les hace empezar a quererte

o esa sonrisa eterna que tienes

que vende Andrea que vende

Que sintiera tu alegría

Tu fatiga de horas de pie

Tu firmeza con lo rapaz

Tu mano de niña hada

que no coge las cosas

sino que las acaricia Andrea

las acaricia

Lo que vales

Que en tu descanso

en la trastienda

le sonara el móvil a unos metros tuyos

enseguida lo tomaría seguro

para llevar en volandas

con su voz

tu cansancio

Que se enamore aquí

de la que no conoce

aquí

Que madure

aquí

Andrea

Ya me gustaría a mí tener tus años

para tirarte los tejos

La verja

Levanta la verja

Andrea  

Venga

Ésa no aún ésa no

La de tus lágrimas

primero

               ©Rubén Lapuente

LA NOVIA DE UN SOLDADO ESPAÑOL

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“La tierra no es tan pequeña

que se lo pregunten a mi corazón

que se pierde por estos viejos

mapas de casa

buscando Afganistán

Te vas a ir muy lejos

adonde no te espera nadie

¿Quién puede creerse

que vas en misión de paz?

¿Quién en ayuda humanitaria?

¿Qué se puede  reconstruir

en un avispero?

Serás un uniforme

con una enseña roja y gualda

cosida al brazo

sin rostro  

sin ternura

¿Te imaginas vivir

sintiéndote dentro

de la mirilla de un arma?

Serás un invasor

 

Y de la ocupación

nacerá el odio

la dignidad

la paciencia

la resistencia sorda y tenaz:

esa indestructible arma

Y tú entraste al ejército

para ganarte la vida

no para perderla 

encubriendo una venganza infinita

de esa cabeza de lobo

enconada con el mundo

que me obliga a vivir

esta historia de amor

de la novia de un soldado

herida

 

Y ahora no sé a quién me van a devolver

Acabarás entrando en las casas

buscando terroristas

¿Y si te encuentras sólo

con juguetes

con pequeños zapatos

con manecitas de tiza en las pizarras?

¿A quién me van a devolver

conociéndote yo?

 

Estoy preparando mi corazón

para estos meses

Cada día será una pesadilla

esperando un mensaje en la noche

Yo sólo podré acompañarte

por detrás de ti

respirando  en mi ensueño

muy hondo

la estela de miedo que dejes”

                                     ©Rubén Lapuente

 

                                               Foto de Ignacio Pulido

DESAHUCIO

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¿Garantía?

Sólo tenemos esta casa.

Aunque tu madre…

con tal de verte salir adelante.

Es un buen producto.

Con maquinaria moderna,

fieles trabajadores,

una buena imagen…

el éxito lo tienes asegurado.

Hasta yo podría ser el Presidente de Honor,

          a mis años, sólo a figurar, claro.

Y le daría el aire a ese viejo traje del armario.

Yo te avalaría hijo,

con tal de verte salir adelante.

 

¿El producto? ¿De dónde?

¿Más barato? ¿La mitad de la mitad?

Estas espigas de Oriente,

tan tozudas,

nunca se duermen del todo,

siempre están cabeceando.

¿Entonces? ¿Para qué fabricar?

Y no habrá liquidez, no hijo.

Si el dinero está  en algo que no se mueve…

Envejecerá deprisa por dentro.

¿Y los plazos? ¿Los intereses?

Habla con el banco, un aplazamiento…

¿Ya te lo dieron? ¿Entonces?

¿Desahucio? ¿La casa?

¡Ah ¡  Firmé una carta ¡Sí!

Pero a mis años, no la acabé de entender

del todo, era tan farragosa.

¿Entonces? ¿Pero a tu madre…?

No, no te preocupes,

ya se lo digo yo.

Siempre hay una manera

de suavizar las cosas,

aunque son tantos años,

demasiados recuerdos.

¿Y ahora?

 Nos iremos contigo, no hijo?

de alquiler los tres,

nos ayudaremos,

mi pensión es tan …

¡Ah!  Que te vas de la ciudad.

Claro, lo entiendo.

Empezar de cero:

Otro lugar, otra gente, sin ataduras.

¡Con tal de verte salir adelante!

Ya nos llamarás, hijo, eres joven,

seguro que encuentras algo.

Lo malo es tu madre.

No sé la forma de…

Son tantos años...

Demasiados recuerdos!

 

                                Rubén Lapuente

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